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Cultura #05: Toros en Barcelona

JUANRA
Buenas tardes, Biel.

CORTE: Chimpancé chillando.

BIEL
¿Hola? Hola. Ahora. Hola, Juanra. No sé qué le pasa a la computadora de la SER pero a veces se cruzan las líneas.

JUANRA
Pues toca desfragmentar el disco duro. El domingo pasado estuviste en la Monumental de Barcelona, viendo la última corrida de toros en la ciudad antes de la prohibición, ¿verdad?

BIEL
Pues sí. Sin duda la prohibición es una decisión polémica aunque prefiero no hablar de política y centrarme en el recital que dio José Tomás.

JUANRA
¿Te gustan los toros?

BIEL
Bueno. Algunos, no lo voy a negar, porque los hay muy guapos, aunque yo soy más de toros hembra.

JUANRA
Aquí no juzgamos a nadie. Decías que toreó José Tomás. ¿Cómo lo recibieron en Barcelona?

BIEL
Pues fenomenal. Casi como a un jefe de Estado. Llegó en taxi entre gritos de “Presidente, presidente” por parte de los aficionados aunque los antitaurinos lo recibieron con una cacerolada y una pancarta que decía “No nos representan”.

JUANRA
El ambiente está muy politizado, ¿no?

BIEL
Sí. Mucho. Aunque prefiero no hablar de política.

JUANRA
Háblanos un poco de la faena.

BIEL
En las gradas más o menos un fifty fifty, público local por un lado y amigos y familiares de los toros por el otro. Ambiente festivo que sólo se vio empañado por pequeños incidentes por parte de los Ultra Sur, que lanzaron bengalas y misiles Tomahawk y gritaron insultos racistas a los toros.

JUANRA
Hay que erradicar la violencia de las plazas de toros. ¿Cómo estuvo José Tomás?

BIEL
El primer toro de la tarde, ‘Rebujito’, un Mihura rabitieso, apitoso y patán estuvo muy bien en el cuerpo a cuerpo aunque, en el saludo inicial, buscó comisura. Resultó muerto, muy bien.

JUANRA
Muerto. O sea, José Tomás 1, toros 0.

BIEL
Así es. El segundo toro fue ‘Rey Misterio’, un Álvaro Domecq afelpado, brioso y estreñido, con la cabeza muy bien amueblada. José Tomás lo mareó en el centro de la plaza dándole vueltas muy rápidas pero el morlaco reaccionó y empleó trucos mentales para confundir al diestro, haciéndole dudar de quién era el toro y quién el torero. El respetable se impacientaba, José Tomás pidió tiempo muerto y mientras disimulaba tomándose un actimel apuñaló al toro por la espalda.

JUANRA
2-0. ¿Hubo remontada?

BIEL
Pues no. El útimo morlaco de la tarde para José Tomás fue ‘Jennifer’, alias ‘Princesa india’, de la ganadería Mister Guau, un toro, asilvestrado, barbilampiño y ciego, lo que le dio al diestro un plus de ventaja. Qué capotazos, Juanra. Cómo se venía arriba el torero. Qué bien se lo pasaba el respetable. Cómo disfrutaba incluso el toro que, al final, exhausto, chocó contra el burladero a más de 160 por hora y murió sonriente, de muerte natural.

JUANRA
Uy, 160 por hora en el ruedo. Muy mal ejemplo para los niños conductores.

BIEL
Pues sí. En definitiva, al final, diecisiete orejas y tres rabos para José Tomás, que salió a hombros de la Monumental, llevado en volandas por una marea eufórica hasta la Diagonal, enfilando la AP-7 y, ahora mismo, van camino de Albacete.

JUANRA
¿Cuál es la valoración final?

BIEL
Cuatro estrellas. Regular tirando a excepcional.

JUANRA
Pues muchas gracias, Biel. Hasta la semana que viene.

BIEL
Hasta el sábado, Juanra. Y a ver si votamos todos a Rajoy para que los toros vuelvan a Barcelona.

Cultura #04: Pasarela Cibeles

JUANRA
Esta semana has estado en la Pasarela Cibeles, ¿verdad?

BIEL
Pues sí, y os puedo adelantar un bombazo: vuelven los tonos malva. ¿Qué te parece?

JUANRA
Wow.

BIEL
Sí. Y eso sólo es el principio. Un año más ha vuelto la Pasarela Cibeles y los amantes de ver pechos en los telediarios estamos de enhorabuena. Destacó la baja de última hora de Victorio y Lucchino, que sufrieron rotura de ligamento interno y se perderán lo que queda de temporada. Desde aquí les deseo una pronta recuperación y les mando un abrazo a todos ellos. En cualquier caso tenemos al teléfono a uno de los protagonistas de la pasarela Cibeles, Adolfo Domínguez. Buenas tardes, Adolfo.

CORTE: Chimpancé chillando.

BIEL
Obviamente no es Adolfo Domínguez, creo.

JUANRA
Nos has vuelto a poner la entrevista con el director de El planeta de los simios. ¿Qué tal la colección de Adolfo Domínguez, Biel?

BIEL
Pues Adolfo Domínguez nos presentó una colección para el hombre de su tiempo, audaz y amigo de sus amigos, con ciertos toques vintage, como el yelmo, la armadura y los caballos, que, por cierto, se encabritaron en la pasarela y provocaron algunos desmayos y ráfagas de ametralladora por parte de la guardia civil. Para la noche, en cambio, propone un hombre desenfadado y díscolo, con grandes zapatones de payaso y narices postizas en tonos pastel muy mediterráneos, pero de la parte más urbanizada, tipo Salou o Tartessos. Una horterada, vaya.

JUANRA
Entre sport y casual, ¿no?

BIEL
Exactamente. El plato fuerte de Cibeles fue, sin duda, Ágatha Ruíz de la Prada, que se presentó vestida de hámster y fue recibida con aplausos mientras comía canapés y los almacenaba en los carrillos. Su colección otoño-otoño 2012 provocó división de opiniones. Muchos aplausos pero también lanzamiento de objetos a la pasarela: ladrillos, botellas y una cabeza de cochinillo.

JUANRA
Pues les puede caer una sanción gorda.

BIEL
Ágatha nos propone un estilo de mujer jovial, precavida y rencorosa, con tejidos rústicos de piel de ardilla y la siempre versátil fibra de nabo.

JUANRA
O sea, todo muy chic.

BIEL
Y atención a los complementos: se van a llevar las gafas, o sea que vuelve la mujer con astigmatismo. Los trajes de baño nos proponen una mujer misteriosa, lo que quedó muy claro cuando las modelos se escondían tras las columnas.

JUANRA
Es decir, que el misterio vuelve a ser fashion.

BIEL
El misterio es muy in y se va a escuchar mucho Milenio 3. Bueno. Me parece que ahora sí tenemos a Adolfo Domínguez al teléfono. Buenas tardes, Adolfo.

CORTE: Chimpancé chillando.

JUANRA
¿Seguro que era él?

BIEL
Creo que la conexión ha fallado otra vez. Puede ser un cortocircuito.

JUANRA
Oh, qué gran película.

BIEL
Muy buena. Cuatro estrellas. Cortocircuito 2, en cambio, es muy floja. Cuatro estrellas, también.

JUANRA
Mi parte favorita es la del robot que habla.

BIEL
Ese robot es fabuloso. Ojalá lo inventen pronto.

JUANRA
Podríamos pasarnos horas hablando de Cortocircuito pero tenemos que ir acabando. Ponle el broche a la Pasarela Cibeles.

BIEL
Pues total. Que los diseñadores no se ponen de acuerdo. Unos dicen que el 2012 se llevarán los mostachos prusianos y otros que lo trendy serán los mocasines de cabritilla. Al final intercambio de camisetas de camino a las duchas y el respetable a coger el metro y para casa. Resumiendo: cuatro estrellas. Muy flojo.

JUANRA
Pues muchas gracias, Biel. Hasta la semana que viene. Un abrazo.

BIEL
Un cordial puñetazo, compañero.

Cultura #03: «La piel que habito»

JUANRA
¿De qué nos vas a hablar hoy?

BIEL
Hoy voy a hablaros de La piel que habito, la última película de Almodóvar. La protagonizan Elena Anaya, Marisa Paredes y el chico este que hace de El Zorro, que es sin duda nuestro actor más internacional y que ahora no me acuerdo cómo se llama.

JUANRA
Creo que es Antonio Banderas.

BIEL
Sí. Puede ser. Todo encaja.

JUANRA
¿Y qué te ha parecido la película? Porque creo que hay división de opiniones. ¿Te ha gustado?

BIEL
Nada. Es una estafa. No sé si tienes presente el cartel de la película. Sale Elena Anaya disfrazada de Spiderman y, hombre, te esperas una película de superhéroes como Capitán América, La Linterna Verde o Ágora. O sea, acción a raudales. Pues resulta que hay muy poca acción y básicamente se reduce a gente copulando a Elena Anaya.

JUANRA
O sea, que es una película de pensar.

BIEL
Exacto. Te pasas una hora y media esperando a que la protagonista vuele o tire rayos láser por los ojos o algún superpoder bonito. Pero nada de nada. Los personajes no hacen nada más que hablar y, claro, eso te deja pegado al asiento porque crea mucha tensión dramática. Si te parece vamos a escuchar un fragmento de La piel que habito.

CORTE: La piel que habito acelerado.

JUANRA
Así a bote pronto me ha recordado a los pitufos.

BIEL
No, bueno. Lo he acelerado yo para que sea más trepidante y para que la sección tenga más ritmo. Porque, modestia a parte, creo que el ritmo es muy importante, Juanra.

JUANRA
Sí, sí que lo es.

BIEL
Si me permites el autobombo, en mi libro El ritmo en la radio ¡qué importante es! hablo bastante sobre lo importante que es el ritmo en la radio.

JUANRA
Un buen libro, sí señor. Lo recomiendo.

BIEL
Sí, no está mal. Le doy cuatro estrellas.

JUANRA
Perdona que te cambie de tema pero me gustaría ahondar aún más en La piel que habito. Dices que no te ha gustado. ¿No hay nada que se salve?

BIEL
Pues no. La historia es muy confusa. Hay muchos personajes diferentes y la primera mitad de la película no la pude seguir muy bien porque tuve que contestar a varias llamadas al móvil. Que, por cierto, Juanra, me llamas muy poco últimamente.

JUANRA
Sí, es que ando bastante liado, Biel.

BIEL
¿Qué estás haciendo?

JUANRA
Nada. Un programa en la radio… El Mundo Today se llama.

BIEL
Ah, qué bien, ¿no?

JUANRA
Sí. Es un magacín tipo Hora 25 pero con efectos de sonido graciosos.

BIEL
Pues muy bien, pero me estás desviando del tema. Déjame acabar diciendo que La piel que habito es una decepción para todos aquellos que amamos la filmografía de Alejandro Almodóvar. Le doy cuatro estrellas. Bastante buena.

JUANRA
Pues muchas gracias, Biel, como siempre un placer disfrutar de tus agudas observaciones.

BIEL
Nada, un placer. Y quiero recordar a los oyentes que pueden mandarme sus comentarios a mi móvil. El 647 1 6 7 0 2. Menos el martes por la tarde que estaré en el dentista.

JUANRA
Hasta la semana que viene. Un abrazo.

BIEL
Un abrazo, amor mío.

Cultura #02: Festival de Venecia

JUANRA
Damos la bienvenida a nuestro crítico cultural, nuestra biblioteca andante, que hoy nos saluda desde el extranjero. Buenas tardes Biel (…) ¿Dónde estás?

BIEL
Pues mira, como sabéis esta semana la actualidad cinematográfica estaba en Venecia.

JUANRA
Es cierto. ¿Qué tal por Italia?

BIEL
No, no. Estoy en Venecia. Y seguro que a todos nos viene a la memoria esta canción de Hombres G.

CORTE: “Sufre, mamón, (…) entre polvos pica pica”.

JUANRA
Así que estás en la ciudad de los canales.

BIEL
Efectivamente. Y ahora entiendo porqué la llaman así.

JUANRA
¿Y por qué es?

BIEL
No estoy muy seguro. En cualquier caso estoy aquí para informaros de todo lo que está pasando en el festival de cine, la Biennale, que este año cumple su segissegésimoocteto edición.

JUANRA
¿Qué es lo que más te ha llamado la atención de momento?

BIEL
Bueno. Sin duda la primera sorpresa es que los seis millones de liras que cambié en el aeropuerto no me sirven de nada porque se han pasado al euro.

JUANRA
Y respecto al festival, ¿qué nos puedes contar? ¿Qué ambiente se respira?

BIEL
Pues el ambiente es francamente bueno. La gente va en grupos, de dos, de tres, o incluso más, y parece que hay cordialidad entre ellos. Incluso hay parejas de novios, o prometidos o amantes o como quieran llamarlo, eso ya a mí no me importa y no me meto.
En definitiva, el ambiente es bastante maravilloso y me encantaría que estuvieras aquí, porque hay muchas diversiones para dos chicos jóvenes como nosotros.

JUANRA
Si te parece hablemos de cine.

BIEL
Claro. Os he traído una entrevista. Podemos escucharla.

CORTE: Chimpancé chillando.

JUANRA
Pero esta entrevista ya nos la pusiste la semana pasada. Es el director de El origen del planeta de los simios.

BIEL
Sí. Bueno. Es que tuve un problema con la grabadora porque se me mojó un poco cuando me caí al canal.

JUANRA
¿Cómo que te caíste al canal?

BIEL
Sólo tres veces. Nunca me acuerdo que están ahí. Y la primera no cuenta, porque fue en el Aeropuerto del Prat.

JUANRA
Tendrías que ver los dientes largos que nos estás poniendo. ¿Y has podido ver a algún famoso?

BIEL
Pues no a demasiados. Ayer vi a un indigente disfrazado de Charlot en la plaza de San Marcos y francamente se parecía mucho aunque olía fuerte.

JUANRA
¿Y qué películas has visto? ¿Cómo pinta el palmarés?

BIEL
La verdad es que sólo he visto Los pitufos.

JUANRA
Pero Los pitufos no compite en la sección oficial. De hecho se estrenó hace un mes.

BIEL
Es verdad, pero es que para conseguir una entrada en la mostra, ya sabes cómo es esto, Juanra. Un montón de gente, los cines llenísimos, perdí la acreditación… Así que me fui a un locutorio y vi Los pitufos en cinetube, en streaming.

JUANRA
¿Y qué te pareció?

BIEL
Le doy cuatro estrellas porque estaba muy pixelada. A ver, no es como la versión de Orson Welles pero me reí mucho hasta el final, que descubrí que me habían robado la riñonera.

JUANRA
Estupenda crónica desde Venecia. ¿Cuándo vuelves, Biel?

BIEL
Pues cuando hable con el consulado o cuando me mandéis euros.

JUANRA
Pues nada, sigue disfrutando del festival. Un abrazo.

BIEL
Un cordial saludo, y sacadme de aquí.

CORTE: “Venezia”, de Hombres G.

Programa completo aquí

Los hombres que no amaban a las mujeres: una crítica

Publicado originalmente en El Mundo Today.

Hoy toca hablar de uno de esos autores relativamente desconocidos que sonará bien poco a todo el que no sea amante de la novela policíaca. Ese es mi caso. Se trata de Stieg Larsson.

Su debut literario no presagia nada bueno a priori ya que se trata de la novelización de la película homónima estrenada hace poco. Del film puedo opinar pues me lo he descargado con el eMule desde la Internet. Se trata de una película de alto contenido erótico que roza y, a veces supera con creces, lo pornográfico. El título original en inglés, Boy zone, ha sido traducido aquí por el más alegórico Los hombres que no amaban a las mujeres. Y en cierta manera capta mejor la esencia de la cinta pues el argumento gira en torno a un grupo de buenos amigos que se sodomizan.

Sin embargo (y aquí está la sorpresa agradable) la novelización de la película se toma algunas libertades respecto al original. Desarrolla algo más la trama e introduce algunos personajes secundarios que no son sodomizados. Es más, toda la acción se traslada a Suecia en vez de transcurrir en un sórdido sótano forrado con plástico.

El personaje protagonista, en cualquier caso, sí respeta bastante el referente de la película e, incluso, pierde algunos matices interesantes en su salto al papel. Se trata de un periodista sueco (lo que ya nos prepara para una buena dosis de ciencia ficción) que acepta el encargo de investigar la desaparición de una adolescente, ocurrida varios años antes.

Entonces (y aquí está la sorpresa desagradable) la trama se vuelve realmente confusa, pues empiezan a aparecer personajes con nombres suecos, cosa que hace prácticamente imposible seguir el hilo, pues uno los confunde con muebles de Ikea.

Para llevar a cabo su investigación contrata a una “hacker”. Debo confesar que mi nivel de sueco no es lo suficientemente bueno para saber qué es eso y me pregunto por qué los traductores no se tomaron la molestia de cambiarlo (y ya de paso, los nombres de los personajes por otros en castellano, como Juan, Alejo o etc.)

En cualquier caso la chica se comporta como una prostituta, por lo que deduzco que se trata de una adolescente, y tras varios ires y venires por Suecia, resuelven el caso muy satisfactoriamente dejando tras de sí una alfombra de cadáveres.

En definitiva, se trata de una novela complicada en su lectura y hermética en su comprensión, no apta para consumidores de best sellers. Quizá pudieran reprochársele los excesivos guiños a El código Da Vinci (el protagonista “descorcha un buen vino” en varias ocasiones y utiliza un Mac) y también la moraleja metida con calzador de que los hombres suecos odian al sexo femenino y son poco menos que una organización armada dispuesta a acabar con las mujeres. Supongo que debe de ser una imposición de la férrea censura del país nórdico.

Resumiendo: un regalo original de cara a la Navidad para los intelectuales de la familia y poco más. Seguiremos la pista del señor Larsson, quien, según leo en la Wikipedia, jugó como delantero en el F.C. Barcelona.

“Los hombres que no amaban a las mujeres”, de Stieg Larsson (Ed. Destino, 2008)
640 páginas. 22’50 euros.

Calificación: 4 estrellas.

Arafat on ice

Versión en castellano en El Mundo Today.

Tothom que em coneix sap com m’agrada fer escapades d’un dia a Londres, Roma, Paris o Beirut per anar de botigues i copsar l’ambient cultural d’aquestes extraordinàries ciutats. Aquest cap de setmana vaig aprofitar un ofertón de British Airways i em vaig plantar a Beirut. Vaig fer unes compres al Harrod’s i al Leroy Merlin i, tot passejant pel West End de la ciutat, em va cridar l’atenció un espectacle que s’acabava d’estrenar al Yussuf Memorial Palace: Arafat on ice.

Sense pensar-m’ho dos cops vaig adquirir dues butaques de platea (una per mi i una altra per l’abric i les bosses) i vaig preparar-me per gaudir de l’espectacle. No cal ni esmentar l’estupefacció que em produí la celeritat amb què s’havia preparat aquest muntatge sobre el Rais palestí, ni la sospita que tot plegat amagava una hàbil maniobra comercial per aprofitar el seu recent traspàs.

I no m’equivocava.

La partitura la signa l’irregular Christophe Abderraman III, de qui recordo la sobreactuada The phantom of the Golan Highs o, la per moments pamfletària, Join Hezbollah!

El llibret va a càrrec del per mi desconegut Jacob Cohen (llegeixo al programa de mà: «Former liutenant of the Israel army«)

Com qualsevol espectacle de format on ice el muntatge resulta, d’entrada, fred. Els personatges estan construïts a base de girs absurds i cops d’efecte i contínuament es trenca la quarta paret. Però anem per parts.

L’espectacle comença amb un solo d’Arafat. És un solo vibrant, auster i efectista. A destacar l’espectacular semblança del protagonista amb l’Arafat real, efecte, tot sigui dit, aconseguit amb una careta de cartró.

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Tot el primer acte, que narra els anys de joventut insurgent del líder de l’Autoritat Palestina, està trufat d’escenes de masses, coreografies excessives i abús de canons de llum. Molt remarcable, però, l’escena dels camells.

Els autors opten pel clàssic argument folletinesc, buscant la llàgrima fàcil i oscil·lant sense ordre ni concert entre el melodrama més defermat i l’slapstick més barroer. Hi ha un excés de corredisses i persecucions supèrflues.

L’entreacte o intermezzo és potser el moment més emotiu de l’obra, amb un Arafat traït pels seus i que, desenganyat, abandona la lluita armada. Tot el drama intern, les contradiccions humanes i morals es simbolitzen amb uns emocionants molinets i combinacions de salts mortals i skating backwards. Llàstima que tot l’intermezzo sigui descaradament plagiat de Cavalleria Rusticana, de Mascagni.

El segon acte decau considerablement. Tot i l’esforç en l’aspecte luminotècnic, amb desplegament megalòman d’efectes estroboscòpics en les escenes d’intifada, la trama peca de repetitiva i els duets transmeten un dejà vu constant.

Novament els moments que arrenquen les ovacions més sinceres són els solos d’Arafat, amb unes diagonals a gran velocitat sobre una sola cama que simbolitzen, potser massa explícitament, el difícil equilibri entre els interessos del poble palestí i la política exterior israeliana.

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Sobre el tercer i darrer acte no tinc una opinió clara, ja que vaig haver d’anar al lavabo i els controls de seguretat em van fer perdre 65 minuts de l’inici. Tot i això la sensació que queda és de decepció. Ja que l’última part de l’espectacle narra justament l’última part de la vida d’Arafat era obvi que els autors tenien entre mans una matèria primera de pare i molt senyor meu. Però novament pequen del mateix: donen per sabudes massa coses. Com si tothom conegués de pe a pa els acords de Camp David o les precàries condicions del confinament a la Mucata.

Hi ha també un excés en l’ús dels nens-bomba. Els 20 primers són colpidors, però els successius ja deixen indiferent. És obvi que el director de l’espectacle ens està preparant per a la gran ària final, amb un Arafat moribund i desplegant tots els seus recursos vocals. Estèticament és molt interessant la posada en escena de l’agonia del Rais, amb un llit d’hospital relliscant sobre el gel de forma quasi espectral. Llàstima de l’afegitó final, francament postís i a forma d’epíleg, on novament l’actor que encarna el líder palestí es llueix en un solo desafortunat, amb un abús musical de la secció de corda.

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Tot i ser un espectacle comercial per a tota la família, Arafat on ice té algunes troballes interessants, però tot plegat queda reduït al no res per culpa dels efectismes i per no apostar decididament per un registre concret, sempre basculant entre el biopic, el thriller psicològic i l’òpera rock.

En definitiva, un espectacle mediocre que no aporta pràcticament res de nou al panorama emergent dels muntatges on ice.