¿Un efecto óptico o… fantasmas?

Hoy he ido a buscar las fotografías del viaje que, recientemente, hice a los Paradores Nacionales con mi señora. Cuando he llegado a casa y las he contemplado, el corazón me ha dado un sobresalto. En las seis fotografías que hicimos durante el viaje aparecen una especie de manchas o formas vaporosas extrañas que, puedo asegurar, no estaban allí cuando se tomaron las instantáneas.

Soy bastante escéptico con respecto al mundo paranormal y no soy supersticioso. Sin embargo me gustaría compartir con todos las fotografías, a ver si alguien ve algo extraño o si sólo se trata de un efecto óptico.

Foto 1. Tomada el 23/07/2005 a las 12:35.
Cámara Kodak Instant, objetivo de 37mm. Tiempo de exposición 1 / 50 de segundo.
Autor: mi señora.

Con un poco de atención se puede ver en el extremo izquierdo una especie de «nebulosa» extraña. He descartado que se trate de una aberración óptica, ya que yo tenía el sol de cara.

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Foto 2. Tomada el 07/24/2005 a las 10:13.
Cámara Kodak Instant, objetivo de 72mm. Tiempo de exposición 1 / 150 de segundo.
Autor: mi señora.

Si nos fijamos bien, justo tocando a la taza que aguanto en la mano se ve un raro efecto como de «difuminado». He mirado los negativos y allí también sale.

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Foto 3. Tomada el 07/24/2005 a las 14:56.
Cámara Kodak Instant, objetivo de 50mm. Tiempo de exposición 1 / 50 de segundo.
Autor: mi señora.

Ésta es más difícil de ver, pero también la pongo aquí, por si acaso. El vértice derecho de la imagen parece como si la foto saliera «quemada». He descartado que sea una perforación del propio negativo.

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Foto 4. Tomada el 07/24/2005 a las 19:20.
Cámara Kodak Instant, objetivo de 28mm. Tiempo de exposición 1 / 250 de segundo.
Autor: mi señora.

Llegamos a una que me tiene desconcertado. Si nos fijamos en los barrotes de la barandilla, entre el tercer y el cuarto empezando por la izquierda a mí me parece ver una especie de «sombra» con todo el aspecto de un calcetín.

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Foto 5. Tomada el 25/07/2005 a las 20:05.
Cámara Kodak Instant, objetivo de 37mm. Tiempo de exposición 1 / 150 de segundo.
Autor: mi señora.

Personalmente ésta es la que me hace ser más cauteloso. La «estela» que se aprecia ligeramente arriba a la izquierda puede ser producida por algún avión a reacción.

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Foto 6. Tomada el 25/07/2005 a las 22:27.
Cámara Kodak Instant, objetivo de 300mm. Tiempo de exposición 1 / 250 de segundo.
Autor: mi señora.

En cambio la última fotografía es la que me tiene más desconcertado. Quizá soy rebuscado, pero volteando la fotografía 90 grados a la derecha se puede distinguir una «figura» que a mí me parece una X.
paranormal6Repito. Soy escéptico, pero por si acaso me he comprado una katana.

Abducido ilegalmente

Testimonio de Mary Stuart Wizard, tía abuela de un abducido:

Mi nieto Jasper y su perro Yankee Doodle Dandy correteaban por las frescas colinas de Gatorade, Florida, haciendo volar una cometa cuando de pronto vieron algo que los dejó escalofríos. La cometa se había tergiversado con un objeto que los miraba no a gran distancia del suelo, describiendo grandes esferas circulares. Yankee Doodle Dandy ladraba al objeto del ojo que trazaba esferas redondas cada vez más largas. Era un objeto brillante de no más de 16 colores, según me contó Jasper, aunque no sabría si creerlo porque es un gran muchacho pero ha salido a su abuelo Zebulón y miente más que un congresista. Yankee Doodle Dandy cada vez ladraba con más interés al objeto que, poco a poco, se había enredado definitivamente con la cometa de mi nieto. Entonces, de golpe y pronto, un zumbido como de abejas eléctricas resonó por los alrededores y un brazo mecánico provisto de unas tijeras salió de la esfera que miraba a mi nieto y al perro. El brazo que zumbaba intentó cortar el hilo de la cometa pero fue un vano fracaso. El zumbido se hizo tan estridente que el perro ladraba como los lobos y raspó a Jasper en el antepecho produciéndole un gran dolor. En ese momento la esfera los miraba enloquecida, cambiando drásticamente de color, subiendo y bajando a una velocidad invernal hasta que no pudo más y colisionó destruyendo casi por completo un manzano. Jasper estaba con un gran susto en las mejillas y se orinó de vientre encima. Yankee Doodle Dandy hizo acopio y también se orinó sobre las patas traseras. La esfera estaba en silencio, cuando de pronto se desenroscó una puerta lateral del objeto y de él aparecieron súbitamente dos seres de tamaño menor. Los dos llevaban escafandras y cartucheras y se acercaban repetidamente a mi nieto que los observaba interesante pero con un claro terror.

Antes de establecer contacto alguno con mi nieto se deshicieron del perro desintegrándolo con unos rayos profesionales. Jasper estaba tan miedoso que rompió en jadeos y pidió ayuda a los seres que se le acercaban rodeándolo por la izquierda.

Uno de los intrusos golpeó el cuerpo superior de mi nieto con una herramienta oxidada y Jasper no pudo hacer nada mejor que caer inconsciente. Cuando recuperó los sentimientos se dio cuenta que no había soñado nada porque el hecho era real como el agua. Estaba en el interior de la esfera y todo le brillaba a sus alrededores. Cuatro seres pequeños y desnudos lo tocaban investigando y lo cubrían de pies a manos con saliva alienígena. Jasper lloró un rato y cuando dejó de llorar le dieron una paliza y lo lanzaron de la órbita al suelo.

Cuando mi nieto se despertó otra vez, descubrió dolores por todos los huesos clásicos y vio cenizas en el suelo cerca de la cometa destrozada. Volvió a casa solo, sin Yankee Doodle Dandy y su madre le dio una azotaina antes de llevarlo a urgencias para que le reconocieran de los daños.

Star Wars III: una aproximación

Como gran seguidor que soy de la saga de Star Wars no podía esperar ni un día más para disfrutar del último y fenomenal Star Wars III: Episode III: The Revenge of The Syths.

Hagamos un poco de resumen de los episodios anteriores (I y II):

El joven Yoda no ve con buenos ojos el estallido de la guerra galáctica. Entre tanto, un joven Jedi que acabará siendo un asesino intenta pasar el rato construyendo un C-3PO. La tensión se hace insoportable. Hay una reina.

Bien. El Episodio III de Star Wars III comienza exactamente en este punto. Como siempre, las majestuosas letras que forman la palabra «Star Wars III» aparecen esplendorosas en dolby stereo. Fenomenales títulos del añorado Saul Bass que nos sitúan rápidamente en medio de la situación: «¡GUERRA! Etc.»

Y después, acción, acción y más acción. Drama del bueno y más acción. Tragedia. Un poco de humor. Acción y tragedia. Drama. Tragedia. Acción dramática. Tragedia dramática. Acción humorística. Y así hasta dos horas y cuarenta minutos.

Este vendría a ser un resumen breve del argumento de Star Wars III: The Episode III, aunque, obviamente, se trata sólo de una brevísima descripción superficial.

Lo que interesa es que Star Wars III: Return of the Episode III es la mejor película que se ha hecho nunca sobre el problema vasco. Claro que sobran escenas románticas, plagiadas de Shakespeare, que no añaden nada al tema de Euskady. Pero en definitiva sólo se necesitan algunos cambios de nombre de protagonistas y/o lugares para captar el profundo mensaje de Lucas. Así pues tendremos que hacer los siguientes cambios:

Darth Sidious … Sabino Arana
Yoda … Rafa Zohuier
Mace Windu … Ikastola
Gollum … Gregorio Peces-Barba
Naboo … Zarauz
R2-D2 … Fernando Savater
Kashyyyk … Ermua
Padmé … Yoyes
Jar Jar Binks … Josu Jon Imaz
Ewok … Pototo

Ahora bien, esta densidad dramática no te tiene que echar atrás. Lucas ha combinado perfectamente la reflexión intelectual con guiños comerciales en clave misógina y racista que os dejarán pegados al asiento.

Si os gusta el cine de acción «del bueno», este filme no «os decepcionará». Es más: «os» gustará.

Saigon I -Proleg-

Si, estimats lectors. Em trobo a la bullicieuse ciutat de Saigon, actualment rebatejada com Ho Chi Minh en honor a un senyor que te molta semblansa amb el Coronel Sanders.

Saigon (o Ho Chi Minh) es una ciutat sorollosa, fetida, xafogosa, contaminada, amb 5.5 milions d’habitants i 4 milions de motos. Tecnicament es una d’aquelles ciutats que jo anomeno «dificils a l’hora de travessar el carrer».

El motiu del meu viatge es irrellevant, no aixi els resultats. Avui es celebren els 30 anys de la caiguda d’aquesta ciutat en mans dels rojos del Vietcong i la gent esta com embogida, desfilant amb banderes i fusells AK-47 de cartro. Francament, no em vull posicionar en un tema tan delicat com el d’un conflicte bel.lic que va ocasionar dotzenes i dotzenes de morts i que va acabar avui fa trenta anys. Ara be, en honor a la veritat, admiro els nordamericans, puix soc incapas de vesllumar el mes insignificant motiu per restar en aquest pais mes d’un mati ells s’hi van estar prop de quinze anys i s’hi van deixar la pell. Si, senyors, ara que hi he estat ja ho puc dir ben fort (tot i el perill de ser arrestat fulminantment i conduit a un camp de reeducacio del Partit): Saigon fa cagar i no hi ha tanta prostitucio com em pensava.

Rasurado

Con ánimo de distraerme me he dispuesto a afeitarme con un ingenio que adquirí hace un par de días en una tiendecita de higiene personal y de pequeños electrodomésticos. Se trata de una máquina afeitadora eléctrica de la prestigiosa multinacional europea Braun (excelentes minipímers). Siendo como soy un recién llegado al mundo del afeitado industrial me he leído el manual de cabo a rabo. Reproduzco a continuación algunos extractos de la guía:

-Mantenerse sentado mientras se usa el aparato.
-No usar dormido, o si tiene tendencia a dormirse.
-No usar el aparato con animales domésticos.

Y otras consideraciones similares que no está de más recordar.

Llego a la parte interesante:

Modo de empleo:
-Llenar el depósito de agua caliente.

Acostumbrado al afeitado manual me cuesta imaginar para qué se tiene que llenar el «depósito» de agua «caliente». Es más: no doy con el citado depósito. Opto por sumergir el aparato un buen rato en agua hirviendo. Sigo leyendo:

-Conectar el aparato a la red.

Así lo hago. Noto un chisporroteo in crescendo que culmina con una pequeña llamarada. Deduzco que debe tratarse del mecanismo de ignición pero, aun así, sofoco las llamas con una toalla.

Sigo leyendo.

-Sentarse y poner los pies sobre el aparato.

No acostumbro a rasurarme los pies (no por pereza) ya que no los tengo especialmente peludos, particularmente en las plantas. De todos modos obedezco las instrucciones, me siento en el borde de la bañera y coloco los pies sobre la Braun Flex-XP 5600. Había oído hablar de la depilación por descargas eléctricas, así que no me arrugo cuando noto fuertes calambres en las extremidades. Ahora bien; el pelo de la barba parece no moverse ni desprenderse, por lo cual piso con más fuerza. Cuando no puedo resistir más el achicharramiento en los pies y ya tengo el cabezal metálico adherido con saña a los talones, desenchufo el aparato tal como dicen las instrucciones:

-No masajear más de 15 minutos seguidos. Desenchufar y volver a repetir el proceso.

Vuelvo a sumergir la máquina en agua a 120 grados Celsius y la enchufo nuevamente. Pierdo un buen rato buscando velas, ya que la máquina se ha auto-incinerado y ha hecho saltar los plomos. Por prudencia evito poner los pies sobre el churro de plástico contorsionado y humeante. Quizás es momento de ir a sellar la garantía y hacerle al vendedor un par de preguntas de «tú» a «tú». Miro el manual y creo entender el porqué del problema.

Taurus. Bahia Relax. Bahia Jacuzzi. Hidromasajeador de pies.

¡Ajá! Intuyo que, accidentalmente, al embalaje de la afeitadora ha ido a parar el manual de otro ingenio electrónico (en este caso un hidromasaje para los pies). Meto todo en la caja y me dirijo al establecimiento donde la adquirí. El vendedor se niega rotundamente a sellarme la garantía. Le recalco la importancia del pequeño comerciante en el marco del nuevo modelo de financiación catalán, pero no se da por aludido. El malentendido sube de intensidad y, finalmente, muy disgustado me voy de allí, no sin antes haber adquirido un atractivo aparato a pilas para sacar las bolitas de lana de los jerseys.

Llego a casa, lo abro dispuesto a probarlo y leo las instrucciones:

-Cepillar como con cualquier cepillo manual, describiendo círculos sobre los dientes.

Arafat on ice

Versión en castellano en El Mundo Today.

Tothom que em coneix sap com m’agrada fer escapades d’un dia a Londres, Roma, Paris o Beirut per anar de botigues i copsar l’ambient cultural d’aquestes extraordinàries ciutats. Aquest cap de setmana vaig aprofitar un ofertón de British Airways i em vaig plantar a Beirut. Vaig fer unes compres al Harrod’s i al Leroy Merlin i, tot passejant pel West End de la ciutat, em va cridar l’atenció un espectacle que s’acabava d’estrenar al Yussuf Memorial Palace: Arafat on ice.

Sense pensar-m’ho dos cops vaig adquirir dues butaques de platea (una per mi i una altra per l’abric i les bosses) i vaig preparar-me per gaudir de l’espectacle. No cal ni esmentar l’estupefacció que em produí la celeritat amb què s’havia preparat aquest muntatge sobre el Rais palestí, ni la sospita que tot plegat amagava una hàbil maniobra comercial per aprofitar el seu recent traspàs.

I no m’equivocava.

La partitura la signa l’irregular Christophe Abderraman III, de qui recordo la sobreactuada The phantom of the Golan Highs o, la per moments pamfletària, Join Hezbollah!

El llibret va a càrrec del per mi desconegut Jacob Cohen (llegeixo al programa de mà: «Former liutenant of the Israel army«)

Com qualsevol espectacle de format on ice el muntatge resulta, d’entrada, fred. Els personatges estan construïts a base de girs absurds i cops d’efecte i contínuament es trenca la quarta paret. Però anem per parts.

L’espectacle comença amb un solo d’Arafat. És un solo vibrant, auster i efectista. A destacar l’espectacular semblança del protagonista amb l’Arafat real, efecte, tot sigui dit, aconseguit amb una careta de cartró.

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Tot el primer acte, que narra els anys de joventut insurgent del líder de l’Autoritat Palestina, està trufat d’escenes de masses, coreografies excessives i abús de canons de llum. Molt remarcable, però, l’escena dels camells.

Els autors opten pel clàssic argument folletinesc, buscant la llàgrima fàcil i oscil·lant sense ordre ni concert entre el melodrama més defermat i l’slapstick més barroer. Hi ha un excés de corredisses i persecucions supèrflues.

L’entreacte o intermezzo és potser el moment més emotiu de l’obra, amb un Arafat traït pels seus i que, desenganyat, abandona la lluita armada. Tot el drama intern, les contradiccions humanes i morals es simbolitzen amb uns emocionants molinets i combinacions de salts mortals i skating backwards. Llàstima que tot l’intermezzo sigui descaradament plagiat de Cavalleria Rusticana, de Mascagni.

El segon acte decau considerablement. Tot i l’esforç en l’aspecte luminotècnic, amb desplegament megalòman d’efectes estroboscòpics en les escenes d’intifada, la trama peca de repetitiva i els duets transmeten un dejà vu constant.

Novament els moments que arrenquen les ovacions més sinceres són els solos d’Arafat, amb unes diagonals a gran velocitat sobre una sola cama que simbolitzen, potser massa explícitament, el difícil equilibri entre els interessos del poble palestí i la política exterior israeliana.

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Sobre el tercer i darrer acte no tinc una opinió clara, ja que vaig haver d’anar al lavabo i els controls de seguretat em van fer perdre 65 minuts de l’inici. Tot i això la sensació que queda és de decepció. Ja que l’última part de l’espectacle narra justament l’última part de la vida d’Arafat era obvi que els autors tenien entre mans una matèria primera de pare i molt senyor meu. Però novament pequen del mateix: donen per sabudes massa coses. Com si tothom conegués de pe a pa els acords de Camp David o les precàries condicions del confinament a la Mucata.

Hi ha també un excés en l’ús dels nens-bomba. Els 20 primers són colpidors, però els successius ja deixen indiferent. És obvi que el director de l’espectacle ens està preparant per a la gran ària final, amb un Arafat moribund i desplegant tots els seus recursos vocals. Estèticament és molt interessant la posada en escena de l’agonia del Rais, amb un llit d’hospital relliscant sobre el gel de forma quasi espectral. Llàstima de l’afegitó final, francament postís i a forma d’epíleg, on novament l’actor que encarna el líder palestí es llueix en un solo desafortunat, amb un abús musical de la secció de corda.

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Tot i ser un espectacle comercial per a tota la família, Arafat on ice té algunes troballes interessants, però tot plegat queda reduït al no res per culpa dels efectismes i per no apostar decididament per un registre concret, sempre basculant entre el biopic, el thriller psicològic i l’òpera rock.

En definitiva, un espectacle mediocre que no aporta pràcticament res de nou al panorama emergent dels muntatges on ice.

Truman Capote

Todos deberíais saber que Truman Capote era superdotado. Que tenía aproximadamente 873 de CI. Como yo, más o menos. Alguien con más de 700 de CI se puede permitir el lujo de autoentrevistarse sin miedo a que los demás le llamen «pedante» o «imbécil» o «pedante imbécil».

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Biel Perelló entrevista a Biel Perelló

por Biel Perelló

BP.- ¿Es verdad que eres judío?
BP.- …
BP.- ¿Qué me dices? ¿Es cierto?
BP.- …
BP.- ¿Es cierto que eres –?
BP.- Te pareces mucho a mí.
BP.- ¿Perdona?
BP.- Que te pareces muchísimo a mí.
BP.- …
BP.- Pero mucho.
BP.- ¿Es cierto que eres judío?
BP.- No.
BP.- Ajá. ¿Y qué te asusta, de la vida?
BP.- Mogollón de cosas.
BP.- ¿Y por qué eres tan guarro?
BP.- ¿Guarro? Qué quiere decir guarro?
BP.- Bueno, ya me entiendes, guarro, sucio, cerdo.
BP.- ¿Crees que soy guarro?
BP.- Hombre… Si creyera que tú eres guarro estaría aceptando que yo mismo soy guarro.
BP.- ¿Quién te ha escrito las preguntas?
BP.- Tú.
BP.- …
BP.- …
BP.- …
BP.- ¿Cómo debe ser chupar un pene?
BP.- …
BP.- ¿Nunca lo has pensado? En serio. Quiero decir, sin mariconadas, sólo como curiosidad.
BP.- …
BP.- Tiene que ser curioso, ¿no? ¿De verdad nunca lo has pen—?
BP.- Ok.
BP.- …?
BP.- Va. Fuera pantalones. Primero tú y luego yo, ¿vale?
BP.- Ok.

Plagi descarat

Cau a les meves mans el nou single d’un tal Tomeu Penya.

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«Un de tants que s’apunta al boom del rock en català», penso. Però no. El debutant Tomeu Penya sembla que es vulgui desmarcar del camí traçat per Sau, Duble Buble o Antònia Font i es dedica, sense cap rubor, a copiar al mestre Coyote Dax!

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Per més INRI, el debutant Penya, canta amb un execrable accent nordamericà, en un esforç idiota per guanyar-se el públic llatí.

El marcarem de prop, senyor Penya. De molt a prop.

Hi ha mosques kamikaze?

Sí, però per què les mosquetes del vinagre s’encaparren a immolar-se dins el meu got de cafè si es diuen «mosquetes del vinagre» i no «mosquetes del cafè»? Què les impulsa a fer-ho? Potser només els agrada el cafè. Potser només els agrada tant el cafè que perden l’equilibri i l’oremus i s’ofeguen èbries de joia. Segurament tot és més simple del que m’agradaria pensar i no hi ha cap xarxa mundial organitzada al darrere d’aquests actes estúpids. Ara bé; com es deuen sentir les mosques després de prendre cafè? Tenen arítmies? Palpitacions? Tenen cor? Els agrada més el Nescafé descafeïnat o el torrefacte?

També els agrada el Red Bull, que ho he vist. Ho vaig veure. Van conquerir una llauna buida i s’aglomeraven a sobre per beure’n les restes. Em vaig espantar i vaig fotre la llauna dins una bossa de plàstic hermètica. No em venia de gust compartir pis amb mosques excitades, supermosques o el que dimonis fossin després de beure Red Bull. Prou problemes tinc per dormir com per que a sobre em desperti un grapat de mosques del vinagre hiperexcitades per culpa d’un estimulant.

I el més greu és que la ingesta de cafeïna o de taurina els deu haver canviat el codi genètic, perquè si no no entenc com collons s’ho fan per mantenir-se tan actives a aquestes alçades d’octubre. Haurien de ser mortes! O hibernant, què coi. Que em deixin en pau, que jo a elles les respecto i no els toco el seu menjar ni els hi poso horaris ni res de res. Que volen arribar a les 4? Cap problema sempre i quan no facin soroll en arribar. Que volen una moto? Parlem-ne.

Biel Perelló